Descripción
Resplandecientes en sus armaduras doradas, los Adeptus Custodes marchan al combate con la confianza que su imponente físico les proporciona. Las balas y la metralla rebotan en sus corazas de oro; estos guerreros se protegen con el mejor equipo, bendecido por el mismísimo Emperador. Hacen girar sus lanzas de guardián, parando y asestando golpes de una fuerza inmensa mientras acaban con sus enemigos a distancia con el bólter que éstas incorporan. La mente de los Adeptus Custodes alberga una sentencia y sus manos empuñan muerte.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.